La Parálisis del Sueño ¿Qué es y qué lo causa?
Artículo original: Sleep Paralysis: What Is It and What Causes It?, Mira Rakicevic
Traducido por Valia Gregory
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La parálisis del sueño es un tipo de parasomnia (un término general usado para describir algún trastorno del sueño) que ocurre durante el ciclo del sueño en fase de movimientos oculares rápidos (MOR). También conocida como atonía del sueño, esta condición se refiere a la sensación de estar consciente, pero incapaz de moverse mientras se pasa de las etapas del sueño a la vigilia. Durante la parálisis del sueño, una persona puede sentir como si alguien la estuviera asfixiando o sentándose sobre su pecho. También es común sufrir alucinaciones durante un episodio de parálisis del sueño.
Aunque no se considera mortal, para el 7,6% de las personas que se han visto afectadas por la parálisis del sueño, puede ser una experiencia traumática y tener graves consecuencias negativas. De hecho, el 10% de las personas que experimentan parálisis del sueño dicen que sufren una angustia marcada y el 7% afirman que la parálisis del sueño interfiere con sus actividades cotidianas. Sorprendentemente, el 20% de los afectados han experimentado sentimientos agradables durante los episodios de parálisis del sueño. Estos sentimientos suelen estar conectados a sensaciones eróticas agradables derivadas de alucinaciones vestíbulo-motoras. En pocas palabras, las personas que tienen una imaginación más viva y se ven más afectadas por estímulos externos e internos, tienen más probabilidades de experimentar episodios agradables de parálisis del sueño.
¿Qué sucede realmente cuando dormimos?
Mientras una persona duerme, ocurren varios ciclos de sueño, donde el cuerpo alterna entre periodos de movimiento ocular rápido y movimiento ocular no rápido, con la mayor parte del tiempo en los periodos de movimiento no rápido. Un ciclo de sueño suele durar unos 90 minutos, y un sueño que dura 7 u 8 horas normalmente incluye cinco ciclos. Durante el periodo de movimientos oculares no rápidos, el cuerpo se relaja y se repone liberando hormonas para la reparación de huesos, músculos y piel. En este periodo, se restaura la energía física y se fortalece el sistema inmunológico. A medida que el cuerpo cambia al periodo de movimientos oculares rápidos, aumentan la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria. Esta es la fase en la que ocurren los sueños, como lo demuestran los electroencefalogramas que muestran neuronas disparándose en ráfagas intensas, a veces incluso más intensas que cuando una persona está despierta. Durante el periodo de movimientos oculares rápidos, el cuerpo puede paralizarse para evitar que las personas actúen sus sueños causándose daño o causándole daño a otras personas.
“La parálisis del sueño ocurre cuando el cuerpo todavía está en la fase del sueño de movimientos oculares rápidos pero el cerebro está despierto. Los sistemas sensoriales, el movimiento ocular y la respiración funcionan como durante la vigilia, pero el cuerpo está paralizado.”
La parálisis del sueño ocurre cuando el cuerpo todavía está en la fase del sueño de movimientos oculares rápidos, pero el cerebro está despierto. Los sistemas sensoriales, el movimiento ocular y la respiración funcionan como durante la vigilia, pero el cuerpo está paralizado. Esto significa que una persona está consciente de su entorno, pero no puede moverse ni hablar hasta que se complete la última fase del sueño de movimientos oculares rápidos. Afortunadamente, la parálisis del sueño es una sensación temporal con episodios que suelen durar desde unos pocos segundos hasta unos minutos. Sin embargo, puede ser una experiencia aterradora que puede aumentar el estrés, que a su vez sabemos afecta la calidad de vida.
Además de estar paralizadas, también es común que las personas con parálisis del sueño experimenten alucinaciones del sueño. Las alucinaciones del sueño suelen ser visuales o auditivas e involucran la percepción de ruidos aleatorios o imágenes en movimiento que pueden parecer extremadamente reales. Estas son sensaciones imaginarias, el resultado de una barrera interrumpida entre el la fase del sueño de movimientos oculares rápidos y la vigilia. Cuando las alucinaciones y la parálisis del sueño coexisten, muchas personas tienden a confundir las experiencias y a unirlas. Muchas veces recuerdan las alucinaciones como un sueño en el que se sintieron atrapados o no pudieron moverse.
Como resultado de las alucinaciones visuales y auditivas que ocurren con la parálisis del sueño, esta condición se ha relacionado históricamente con elementos sobrenaturales, como la aparición de brujas o demonios femeninos. En tiempos más recientes, las personas que han experimentado parálisis del sueño afirman ver imágenes incoherentes o sentir una presencia maligna en la habitación, como intrusos o fantasmas. Estas alucinaciones incluso se han relacionado con abducciones extraterrestres. Otra sensación común durante la parálisis del sueño es la experiencia “fuera del cuerpo”, en la que muchos pacientes afirman tener una sensación de flotar fuera de su cuerpo y mirar hacia abajo desde una gran altura.
Parálisis del Sueño Hipnagógica e Hipnopómpica
Hay dos modos en los que una persona puede experimentar la parálisis del sueño. La Parálisis del sueño hipnagógica, o parálisis del sueño que ocurre mientras uno se está quedando dormido. La Parálisis del sueño hipnopómpica, o parálisis del sueño que ocurre cuando uno se está despertando.
La experiencia en ambas parálisis del sueño es similar. La parálisis hipnopómpica es más común y ocurre cuando una persona está entrando en la fase de sueño de movimientos oculares rápidos en lugar de cuando está saliendo de ella. En realidad, es bastante poco común que la gente experimente la parálisis cuando se está quedando dormida ya que los episodios de parálisis del sueño son más probables cuando el sueño es más profundo. Otra razón es que algunas personas podrían no recordar el episodio de parálisis del sueño o lo descartan como una pesadilla.
¿Quién puede experimentar la parálisis del sueño?
Aunque es más común entre los adolescentes, las personas de cualquier edad pueden experimentar parálisis del sueño. Esta condición también puede tener un componente genético. Una de las variantes del gen PER2 aumenta el riesgo de parálisis del sueño. Dado que el gen PER2 regula el ciclo de sueño-vigilia, o el ritmo circadiano de una persona, no es sorprendente que los patrones de sueño interrumpidos o irregulares aumenten la probabilidad de que una persona experimente episodios de parálisis del sueño.
Los trastornos del sueño como el insomnio y la narcolepsia también pueden provocar parálisis del sueño. La narcolepsia es un trastorno neurológico caracterizado por somnolencia diurna excesiva y cataplejía (pérdida repentina del tono muscular). Se estima que aproximadamente una cuarta parte de las personas que sufren de narcolepsia también experimentan parálisis del sueño, un número lo suficientemente grande como para categorizar la parálisis del sueño como uno de los síntomas de este trastorno del sueño.
El insomnio también se ha asociado con la parálisis del sueño. Múltiples estudios revelan que los síntomas del insomnio, como la dificultad para conciliar el sueño o de permanecer dormido, pueden predecir significativamente la incidencia de episodios de parálisis del sueño. Nuevamente, esto no es sorprendente ya que la falta de sueño y los hábitos de sueño irregulares se han relacionado con la susceptibilidad de una persona a la parálisis del sueño.
Diagnóstico y tratamiento de la parálisis del sueño
A menudo, no es necesario consultar a un especialista, ya que la parálisis del sueño no es una condición grave. Sin embargo, los episodios recurrentes de la parálisis del sueño que dificultan las actividades diarias pueden ser motivo de preocupación y requieren de atención médica. Para determinar si alguien sufre de parálisis del sueño, un médico ordenará un estudio nocturno para medir las ondas cerebrales, la frecuencia cardíaca y respiratoria y el movimiento de los ojos— un análisis comúnmente conocido como polisomnografía. Los registros polisomnográficos de episodios de parálisis del sueño muestran que este trastorno es una mezcla entre elementos de la vigilia y el sueño en la fase de movimientos oculares rápidos. Durante un episodio de parálisis, los electroencefalogramas muestran un aumento de la actividad alfa, que está relacionada con la vigilia en reposo y es anormal durante la fase del sueño de movimientos oculares rápidos. Además durante este tiempo, un electromiograma muestra una señal de línea plana que indica parálisis muscular. Otras pruebas podrían incluir una prueba múltiple de latencia del sueño, que mide la rapidez con que el paciente puede conciliar el sueño el día después de una noche de sueño normal. Esta prueba no determina la parálisis del sueño tan bien como una polisomnografía, aunque es útil para detectar narcolepsia o insomnio, los cuales pueden conducir a episodios de parálisis del sueño.
“Como la parálisis del sueño se asocia con síntomas de insomnio y narcolepsia, seguir una rutina de sueño podría tratar algunos de los efectos del insomnio y por lo tanto reducir el riesgo de parálisis del sueño.”
Desafortunadamente, no existe un tratamiento para la parálisis del sueño, pero hay precauciones que una persona puede tomar para evitar que suceda. Como la parálisis del sueño se asocia con síntomas de insomnio y narcolepsia, seguir una rutina de sueño podría tratar algunos de los efectos del insomnio y por lo tanto reducir el riesgo de parálisis del sueño. Además, los expertos en sueño recomiendan evitar las posiciones para dormir en decúbito supino (boca arriba), ya que esto restringe el flujo de aire y provoca ronquidos y apnea del sueño. El ronquido y la apnea obstructiva del sueño son condiciones que interrumpen el sueño y puede resultar en ocurrencias más frecuentes de parálisis del sueño. En casos concretos, también se pueden recetar antidepresivos como tratamiento para esta condición. Unos de los factores provocadores de la parálisis del sueño son el estrés y la ansiedad, por lo que este tratamiento podría ser beneficioso para detener la aparición de un episodio de parálisis del sueño.
A pesar de que la parálisis del sueño puede no ser tan común o tan peligrosa como otras condiciones relacionadas con el sueño, todavía puede afectar negativamente a la salud y el bienestar de una persona. Además, los efectos psicológicos que acompañan a la condición no deben ser ignorados, ya que niveles tan altos de ansiedad y estrés pueden llevar a problemas más graves de salud mental. Lo mejor que alguien puede hacer frente a esta inquietante condición es tratar de mantener la calma y consolarse con el hecho de que todo terminará en unos segundos.
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Escrito por Mira Rakicevic
Ilustrado por Rajamani Selvam
Traducido por Valia Gregory
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Conozca más estadísticas y datos sobre el sueño en una infografía por la autora de este artículo, y siente las bases para un mejor descanso nocturno leyendo nuestro Neuro Cartilla sobre el sueño. ¿Alguna vez ha experimentado parálisis del sueño? Cuéntenos más en los comentarios abajo!
Referencias
- Cohut, M. (2018, April 20) A waking nightmare: The enigma of sleep paralysis. Retrieved from https://www.medicalnewstoday.com/articles/321569.php#1
- Denis, D. (2018). Relationships between sleep paralysis and sleep quality: current insights. Nature and science of sleep, 10, 355.
- Jalal, B. (2017, September 13). The Neuroscience of Sleep Paralysis: Ever Wake Up and Think You See a Ghost? Retrieved from https://thriveglobal.com/stories/the-neuroscience-of-sleep-paralysis/
- Olunu, E., Kimo, R., Onigbinde, E. O., Akpanobong, M. A. U., Enang, I. E., Osanakpo, M., … & Fakoya, A. O. J. (2018). Sleep paralysis, a medical condition with a diverse cultural interpretation. International Journal of Applied and Basic Medical Research, 8(3), 137.
Autora
Mira trabaja como autora principal y editora en DisturbMeNot.co, un sitio web dedicado a la salud del sueño. Su objetivo es brindarle al público consejos valiosos e información relevante para fomentar el buen descanso nocturno. Por eso trabaja con otros expertos en sueño y escritores médicos, y estudia todos los factores que afectan la calidad del sueño.
Traductora
Valia Gregory